Brillos

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Capítulo IX: Heaven


Capítulo IX
Heaven

Te amo, te recuerdo, cielo 

Cantemos juntos 

La-la-la-la~ 

Aqui vamos, Big Bang 

La-la-la-la~ 

Vamos-Vamos-Vamos 

24/7 tú eres el cielo eterno 

24/7 tú eres el único cielo 

24/7 tú eres el cielo eterno 

24/7 cielo [vamos] 


Pensé que sería el último, el segundo pensamiento nunca viene

El amor que no me traje vino todo a mi este verano caliente 

Mi otra mitad que ha esperado y esperado. 

Siempre he tenido un sueño sobre ti 

Tú eres el lugar de descanso en mi corazón. 

Quiero mirar y mirar de nuevo dar y dar de nuevo. 

Me siento sediento, debido a mi latir 

¿Por qué huyes lejos mi amor? 

Estoy loco, no va como yo quería, no lo puedo entender 

Pero no quiero perderte, no quiero apartarme de ti. 

Tú eres la única en mi vida, tú eres más hermosa que el cielo. 

Te amo, te llamo, yeah... 

Te recuerdo, espero por ti. 

Tú única frase "Te quiero", tu frase. 

Te amo, te recuerdo [Recuerdo todo] 

Lágrimas de tristeza, cielo, estrellas y el cielo. 

Cada respiro tuyo marca mi vida 

Solo veo tu nombre en mi teléfono sin cesar. 

Tomo tus manos varias veces en un día.
 
Siento que tengo todo cuando te beso
. 

Oh nena tu dulce aroma de "mini-hompi" me visita todos 
los días. 

Oh nena un mensaje de texto es demasiado breve para 
expresar mi amor. 

Las personas se burlan de mí pero me siento feliz cada día 

[Oh nena me siento vivo en estos días], debido a tí. 

Te amo, te llamo 

Te recuerdo, espero por tí. 

Tú única frase "Te quiero", tu frase. 

Te amo, te recuerdo [Recuerdo todo] 

Hey, hey escúchame 

Todos los días me pregunto ¿qué pasa si me dejas una 

vez más, te conviertes algo vago en mí? 

[Me siento] muy agradecido, te amo tanto, tú eres la 

única persona 

en la puerta del cielo dentro de mi corazón. 

Te amo, te llamo. [Te llamo] 

Te recuerdo, espero por ti.[Espero por ti] 

Tu unica frase "Te quiero", tu frase.[Nena] 

Te amo, te recuerdo [Recuerdo todo] 

24/7 mi cielo.
My heaven – Big Bang~

     Y ya tenía mis 3 meses de embarazo, ya conocía a algunas vecinas donde la mayoría era como las típicas chismosas, había que tratarlas pero de lejos.

—Oh, no se preocupe, me encanta ayudar— Escuche voces que provenían de la entrada entremezcladas con risas infantiles.

     Metí la fruta picada al congelador para después hacer los jugos de los bebes y fui a la sala, me apoye de la pared y mire como la niña castaña clara de 18 años que hacía de niñera y ayudaba un poco con la limpieza miraba de forma provocativa a un Angelo que alzaba a Nath para dirigirse a mí.

—Hola amor— Angelo tocaba mi panza y me daba un beso en los labios para ir a la cocina.

—Señor Gabriel ¿Cómo se encuentra?

—Cansado— Me frote los ojos.

—Debería de cuidarse, esta gordo y tiene ojeras— Ese tono de superioridad lo detestaba.

—Eso no es de tu incumbencia, no sabes nada… te deberías de ir ya

     La seguí hasta la puerta y cerré. Vi en el reloj que eran las 11 de la mañana.
.
.
.

      Hace unos 5 días que Angelo había salido de viaje, se suponía que volvía hoy.

—Hoy viene el señor Angelo ¿no?— Me preguntaba con unos shorts súper cortos, Carla, la chica niñera y que me ayudaba a limpiar la casa.

—Creo— Mordí una manzana viéndola limpiar la cocina.

     Me surgieron unos celos horribles, pero Angelo jamás me había dado señal con esa chica.

—Buenas tardes— Lee y Rodrigo, los escoltas que hacía ya un par de meses entraban en la casa y me sonreían, gesto que les devolví.

—¿Cómo estas Gabriel? ¿Los niños?— Angelo entraba con su traje elegante de ejecutivo, me levanto para el sentarse en la silla y dejarme en su regazo.

—Inestable pero bien, los niños están jugado en la sala

—Hola, Carla

—Hola señor— Respondió ella.

     Agarre y suspire al notar que mi esposo le hacía una seña a sus escoltas y estos salían de la cocina.

     —Estas un poco tenso, vamos al... cuarto— Sentí como su aliento golpeaba mi cuello casi en el oído y allí no pude detener mí pequeño gemido.

—Carla, cuida a los niños, por favor— Dijo él tomándome del brazo.

            Cerró la puerta dejándome en la cama.

—No debo de preocuparme por Lee y…

—No, ellos solo son por trabajo pero debo preguntarte ¿si debo preocuparme por ti y Carla con sus atuendos que llaman tu atención?

     Me beso y comenzó a quitarme la camisa.

—No… solo me molesta que quiera estar llamando tu atención

     Nos reímos en conjunto nuestros pulsos se aceleraban.

     Mientras me besaba el cuello y moldeaba mi tronco suspire medio adormitado.

—¿Qué pasa?— Su voz suave golpeaba deliciosamente contra mi oído.

—Estoy tan cansado, quiero hacerlo pero estoy demasiado cansado… ah

—Entonces yo te lo hare… pero precioso a partir de mañana tendrás reposo absoluto, incluso tus ojeras están más marcadas

     Sus dedos se adentraban en mi interior, quizás por mis hormonas podía experimentar lujuria pura.

—¡Ah!!!— Había dolido.

—¿Qué pasa?— Angelo estaba sorprendido.

     Llanto.

—Me duele… e-el vientre ¡ah!!!— El dolor era tan fuerte que me privo.

     Al cuarto de hora estaba montando en el auto, retorciéndome del dolor mientras que Angelo iba a conducir hacia la clínica.

     Cuando llegamos el dolor no había cesado, al menos el doctor que me veía estaba allí y pudo ir a mi emergencia, como estaba en cinta no podían colocarme cualquier cosa para el dolor pero no supe porque esa cosa que me habían puesto por vía intravenosa me ayudo forzadamente a dormir.

     Abrí los ojos y me sentía ahogado y con el dolor nítido aun, solo veía rostros desconocidos junto con ropas azules.

     De igual volví a cerrar los ojos.
.
.
.

     Mis parpados parecían dos bloques de concreto, pestañee una vez y otra vez escuchando varios pitidos.

—¿D-dónde estoy?— Pregunte y seguido me queje.

—Está en el hospital ¿Cómo se siente?

     Era una enfermera. Ya mi voz no daba más.

     ¿Cómo estarán mi bebe?  ¿El bebe?

    Comencé a llorar al ver que la mujer salía rápidamente.

     Al parecer todo se había estabilizado ya que vi al doctor sonriéndome con un “todo va a estar bien”.

—¿Qué me paso?— Dije lentamente.

—Sufriste de una hemorragia interna además eso hizo que perdieras al bebe, tuvimos que hacerte una tomografía en el área de tu vientre y costillas, luego comenzamos con la envolización

      Me cayó como un baldé de agua fría, mi llanto volvió.

—No— Mi voz salió aguda y dolorosa.

—Te pudimos hacer una operación para sacar al feto y hacerte el curetaje masculino aunque se vio en peligro en cuanto a las hemorragias

     ¿Por qué?

     ¿Por qué justo a mí?

     Preguntas como esas rodaban sin parar por mi cabeza.
.
.
.

     Después de todo el mes en el que estuve hospitalizado regrese a mi casa, las cosas volvieron a la ser las de antes pero diferentes ya que hacia todas las tereas del hogar y cuidar a los niños pero lo veía todo de forma vacía, mi estado un tanto corpulento por el embarazo se había perdido.
 
     Era lunes y estaba barriendo el cuarto cuando me encontré la carpeta con las imágenes y todo de mi segundo embarazo. Me arrodille a llorar cuando sentí que dos brazos me envolvían fuertemente.

—Vamos a trabajar juntos, todos incluyendo a los súper bebes ¿Sí?

—¿Por qué?— Le suplique.

—Porque a veces las cosas pasan…

—Siempre estás trabajando, no creo que podamos trabajar juntos… era una bebe ¡Era una bebe!— Comencé a reírme dejando fluir lágrimas.

—Gabriel

—Jajaja deberías de matarme o algo jajaja he visto tu arma y brilla mucho deberías de usarla conmigo ¡Ya no aguanto!

     ¡Plaff!!! Una cachetada me había volteado el rostro, me lleve una mano a la zona que palpitaba.

—Si— Susurre serio…

—Sigue golpeándome pero no te detengas hasta que veas que ya no respiro— Le decía con mis ojos bien abiertos.

     Angelo arrugo su cara con dolor y me abrazo fuerte, moje la manga de su camisa blanca.

—Recuerdo lo que me dijo mi abuelo cuando mis padres me hacían entrenar y estudiar duro… él solo me decía; todo va a estar bien. Todo va a estar bien, Gabriel

     Llore hasta que me quede dormido.
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.

     Todo el escenario acogedor de un pueblo donde habíamos vivido los últimos 8 meses se había acabado, el trabajo de Angelo le quedaba muy retirado de donde estábamos así que nos mudamos a la capital dentro de una zona segura.

     Ya habían pasados 2 meses viviendo en esa casa amplia pero con ese entorno familiar y cálido.

     Justo teníamos visitas.

—B-Buenas

     Susurre a mi esposo alto y elegante que llegaba con dos parejas, las mujeres estaban bien arregladas iguales que sus esposos con trajes ejecutivos, una vista de “ ¿Qué rayos está usando?” de parte de la pelirroja me dejo en claro que mi suéter de rayas blancas y azules no estaban de acuerdo a la ocasión, la cual no era ninguna sorpresa.

     Justo sentí como el rubio me abrazaba con un brazo por mi cintura.

—Gabriel hizo pasticho

—Sí, bueno pasen a la sala hasta que se haga la hora de almuerzo

     Sonreí y sentí una mirada extraña de parte del sujeto alto de cabellos café con mirada felina, se me hizo extraño pero no lo tome en cuenta porque quería ir a la cocina a respirar aire que ellos no respiraban.

     Fui a buscar unos 3 tarros con cervezas, 2 copas de vinotinto y una copa con vino blanco para mí.

     El castaño oscuro estaba sentado en el mueble azul oscuro con la Ligia, blanca y cabellera negra, corta hasta la nuca. El sujeto de piel morena y cabello negro con corte bajo estaba sentado con su esposa, la rubia de cabellos súper largos.

      Angelo estaba en el mueble azul mosaico de un solo asiento así que yo estaba afincado en ese mismo mueble, a su derecha.

—Creo que tienes un lindo novio— Dijo el sujeto con mirada felina.

—Corrección Aníbal, lindo esposo. Estamos casados y tenemos hijos— Angelo sostuvo mi mano y la beso. Pude ver como las mujeres arrugaban su rostro disimuladamente de envidia.

—Iré a ver la cocina

—¿Puedo ir a ver cómo te queda el pasticho?— Otra vez Aníbal.

     Asentí con una sonrisa amable. Llegamos a la cocina.

—Huele delicioso y se ve delicioso

     Se dirigió al molde cuadrado blanco en la isla de la cocina.

—Gracias— Comencé a agarrar los platos.

—¿Cuánto tendría que pagar para estar contigo una fresca tarde?— Ese tono de voz me pareció amenazante.

     Fue cuando se me acercaba como queriendo tocarme.

—¡Angelo! ¡Angelo!— Grite cuando me percate estaba temblado y deje los platos en la mesa.

     Vi como todos se asomaban y caí al suelo, todo me daba vueltas.

—Por Dios ¿Qué te sientes?— Mi esposo me levantaba.

—Me maree, l-lo siento. Ya voy a servir la mesa— Hable sensible.

—No te esfuerces

—Lo puedo hacer, hice pudin de piña colada— Le sonreí y cuando mire como cedía.

     Angelo los llevo al comedor.

     Serví la comida y llene el vaso de todos.

     Fue un almuerzo bastante tranquilo, y luego procedí a servir unas copas amplias con pudin de piña colada con rayado de coco y una rodaja de piña en almíbar.

—Definitivamente eres un buen cocinero, pequeño

    Me reí al oír aquello de Nicolás, el moreno.

—Jajaja gracias, siempre serán bien recibidos aquí

     Una vez que se retiraron me sentí muy aliviado.

—¿Quién es exactamente ese tal, Aníbal?— Pregunte mientras picaba zanahorias en julianas.

—Es el nuevo funcionario en jefe de la policía en este municipio— Dijo mi esposo desbotonándose un poco la camisa.

—Mmm… no me cae bien, me da miedo

—Ya dímelo, espere pacientemente hasta que se fueron— Se cruzó de brazos y sonó la alarma, cuando iba a picar, él me quito lentamente el cuchillo.

—Me dijo que cuanto tendría que pagar para estar… conmigo. Pero me parece raro porque su mujer es muy bonita— Trague grueso.

—Sí pero tú no dejas de tener algo que atrae a los malditos

—Tienes el resto del día libre, anda a descansar. Ya son las tres y voy a  ir a buscar a los bebes

     Justo fui a ponerme de puntillas y darle un beso largo el cual me devolvió con gusto.

—Ten cuidado

     Salí de la casa directo a la guardería que quedaba a unas 7 u ocho cuadras.

—¿A dónde vas tan solo? Oh sí, me olvidaba que tienes a tus hijos en la guardería

     Me estremecí al escuchar esa voz tras de mí. Camine muy rápido.

—Tendré que arrestarte si no te detienes a hablar un poco conmigo

—Tengo que ir a buscar a mis hijos— Corrí lejos a toda la velocidad que me dejaba ir mis piernas.
.
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     Regresamos en taxi, y estaba más que seguro de que iba a cuidar a mis hijos como sea.
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—Cielo, trae a Dani y a Nath, ya está la comida

     Cuando me tomo de la cintura me sonroje.

—Ah… no Angelo— Dije preocupado porque la comida ya estaba lista y sabía lo que significaba 

—Come más… estás demasiado delgado— Escuche al tener sus manos debajo de mi camisa gris con cuello “V”.

—Espera, después del almuerzo ¿Sí?— Le hable sintiendo como mis blue jeans estaban siendo desabrochados.

     Se quitó su camisa  verde militar de algodón y eso me hizo declinar mentalmente mi negación.

—Por favor… por favor—  Su tono sugestivo y de ruego eran tan irrefutable.

—Ah… ok— Hable entrecortado para luego saborear dos de sus dedos.

     Me apoyo sobre la isla abriendo mis piernas desnudas mientras sus dedos ensalivados buscaban mediante un vaivén dilatar mi esfínter.

—Mmm…— Gemí al ser tocado y sentir besos mojados en mi cuello.

     Al cuarto de hora de tantos besos y ensanches sobre mi cuerpo, me subió al captar como me removí pidiendo algo más grande que sus dedos, mis piernas estaban abiertas, envolviendo su cuerpo cuando una estocada llego profunda y grite para concentrarme en la oscilación de su miembro en mi interior con junto una de sus manos tocaba mi erección.

—Gabriel ¿Por qué me provocas tanto?

—A-Angelo… A-Angelo ¡Allí!— Jadee con el punto que él estaba alcanzando en mí.

     Mis manos apretando su cuello hacían que le rasguñara su amplia espalda bajo tanto placer.

—¡Oh cielos! Más ¡Más!— Creí que me podía desmayar en cualquier momento.

—Delicioso… ¡Hugh!— Su profunda voz me cegaba.

     Movimientos desiguales me hacían alarmar que ya venía…

      Me vine en su mano mientras que él seguía masturbándome.

—Ah…— Gemí.

—Ah…— Percibí como se adentraba en mi para dejar salir por completo su esencia espesa.

     Me dio un beso largo…

     Ambos comenzar a respirar agitadamente, él me sonrió y asistió con su rostro ya que iba a salir de mí. Cuando salió de mí, me sujete fuerte de sus brazos, el de ojos verdosos tomaba una hoja de servilleta para limpiarme y de paso él también, luego me subió los pantalones y comenzó a vestirse.
 
     A los minutos…

     Estábamos almorzando todos en la mesa arroz con pollo, el que tanto le gustaba últimamente a Angelo.

—Está bien, tratare de comer mucho— Le sonreí.

—Tendré varios días libres y me preguntaba ¿Adónde quisieran ir de vacaciones?

—¿La playa? Y comer mucha comida del mar… y celebrar el cumpleaños de ciertos niños— Espete mirando a dos pequeños que decían “playa ¡playa!”

—Tres años ¡Que mayores están!

     Escuche risas y desorden de ambos gemelos.

—A propósito, Aníbal no te molestara más. Hable con él muy seriamente

—Gracias, me estaba poniendo muy paranoico por su culpa últimamente

      Me levante a recoger los platos de la mesa y justo le di un beso en la mejilla a Angelo pero para él jamás era suficiente, me halo de la camisa y me dio un beso francés.
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FIN~




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Maid caritas De: Pervert Mind

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