Capítulo X
EPILOGO
AROMA
En ese
entonces, yo era feliz solo teniéndote junto a mí
no necesitaba palabra alguna, solo una simple prueba de nuestro amor
las cosas malas me fueron pareciendo bien
Incluso perdonaba cuando me tratabas mal, pues tu risa era la justificación.
Olvide como odiarte ,incluso si me sentía perdido,
no podía encontrar la respuesta ,
No es necesario que me amas por completo,
Aunque solo sientas algo por mí,
a medida que pasemos tiempo juntos..
Alguna vez tu rostro se volteará a mirarme.
En las noches en vela no dejaría de esperar tus mensajes
Correría sin aliento hacia un distante y eterno mañana
Muchas veces...juntaríamos nuestras cabezas y nos fortaleceríamos juntos
Muchas veces ...los escenarios y los recuerdos ahogarían mi corazón
¿ porque escogí amar en vez de ser amado ?
Así es como recorro un camino que hiere, y me hace sufrir...
Comparaba al amor con el Aroma de la llama de una vela.
Incluso cuando ésta se apaga, su Aroma sigue en mí.
Es demasiado triste
Sé que a mi corazón le queda muy poco
No temo a resultar herido, pues no tengo nada que perder.
No es necesario que me ames por completo.
Aunque solo sientas algo por mí,
a medida que pasemos tiempo juntos...
Alguna vez tu rostro se volteará a mirarme.
Esperare el momento del Adiós
no necesitaba palabra alguna, solo una simple prueba de nuestro amor
las cosas malas me fueron pareciendo bien
Incluso perdonaba cuando me tratabas mal, pues tu risa era la justificación.
Olvide como odiarte ,incluso si me sentía perdido,
no podía encontrar la respuesta ,
No es necesario que me amas por completo,
Aunque solo sientas algo por mí,
a medida que pasemos tiempo juntos..
Alguna vez tu rostro se volteará a mirarme.
En las noches en vela no dejaría de esperar tus mensajes
Correría sin aliento hacia un distante y eterno mañana
Muchas veces...juntaríamos nuestras cabezas y nos fortaleceríamos juntos
Muchas veces ...los escenarios y los recuerdos ahogarían mi corazón
¿ porque escogí amar en vez de ser amado ?
Así es como recorro un camino que hiere, y me hace sufrir...
Comparaba al amor con el Aroma de la llama de una vela.
Incluso cuando ésta se apaga, su Aroma sigue en mí.
Es demasiado triste
Sé que a mi corazón le queda muy poco
No temo a resultar herido, pues no tengo nada que perder.
No es necesario que me ames por completo.
Aunque solo sientas algo por mí,
a medida que pasemos tiempo juntos...
Alguna vez tu rostro se volteará a mirarme.
Esperare el momento del Adiós
Aroma – An cafe~
—¡Daniel,
ven a ayudarme con la cena, pronto llegara tu hermano!—
Ese era mamá Gabriel, quien estaba
emocionado porque habían pasado 2 años desde que él y mi papá se pusieron de
acuerdo con mandar a estudiar a Nathaniel a Moscú. En cambio yo estaba
nervioso, feliz y angustiado.
Porque a la final todo pasa por una razón.
A mi gemelo lo habían enviado tan lejos solo porque le rogo en plena cena de
año nuevo a nuestros padres mi mano en matrimonio, como creyeron que estaba
jugando pues, me beso y como Gabriel es cristiano le horrorizo tal cosa
mientras que mi padre Angelo solo lo calificó como un acto degenerado y sin
sentido.
No sé qué tanto hablaron mi padre Angelo
con Nathaniel porque a mediados del primer mes del año, ya estaba aceptando esa
oferta de irse a Moscú a estudiar para técnico financiero y de paso aprender
bien el idioma ruso.
Sus últimas palabras antes de irse aún no
me las puedo borrar.
“—Daniel, no te vayas a buscar otra relación solo espérame… todo va a
estar bien—”
Él me beso y luego bajo las escaleras,
esas escaleras nunca habían sido tan aterradoras.
—¡Ya
voy mamá!!!— Grite desde el computador.
Baje las escaleras y mi mamá estaba
friendo unos plátanos, me apunto a los platos con cuadros negros para que los
llevara a la mesa. Ordene la mesa.
—Hijo…
hay una cosa, yo lo siento mucho. Sé que tenemos demasiado tiempo sin haber
tocado el tema sobre tu relación con tu hermano pero—
Sentí el abrazo de mi mamá.
—Yo
sé… es incómodo y fue duro que Nath se los dijera de esa forma—
—Leí
mucho, pregunte, medite y no encontré absolutamente nada bueno acerca del
incesto pero lo que sí sé es que en el corazón no se manda y con tal de que
entre ustedes sean lo más honestos posibles, supongo que eso ayudaría a darles
una respuesta, sea cual sea. Ustedes siempre han sido mi razón de ser así que
recuerda que estoy de su lado. Jamás lo olvides, cielo—
Le sonreí y lo abrace mucho más, era muy
extraño darse una respuesta de como mi padre Angelo, un tipo serio y recto en
sus cosas se haya casado con Gabriel, un tipo paternal, dulce y comprensivo. Mi
mamá me cuenta que los dos sufrieron muchas cosas pero que se ayudaron
sincerándose y asistiendo a varias sesiones de grupo para casados y padres de
familia también por el problema de ira, de Angelo.
—Buenas
tardes ¿Y los abrazos?— Esa voz profunda y fuerte era de
mi padre.
Le sonreí y él con esa risa de “ven para acá”,
fui a abrazarlo. Él me tenía demasiado malcriado, quizás porque me enferme
mucho en mi niñez con mi asma desarrollada por un producto químico que
utilizaba la sirvienta, luego esa vez que uno de sus escoltas estuvo a punto de
abusar completamente de mí a mis 14 años de edad, solo me negué a que ese tipo
hubiera abusado de mi porque si lo hizo, mis padres sufrieron una crisis en su
matrimonio aunque mi padre Angelo prometió eso de que jamás volvería a ver a
ese escolta. En comparación con Nath que se ha denotado siempre por fuerte,
inteligente y con el poder de ser testarudo e independiente.
Beso la mejilla de mi mamá y fue arriba a
darse un baño.
A la media hora tocaron el timbre y corrí
de la cocina hasta la puerta principal. Abrí la puerta con una enorme sonrisa,
vi a Nath como siempre, mucho más alto que yo y con un corte muy bajo, a su
lado vi a una mujer con cabellos ondulados de rojo color y ojos negros, vestida
muy chic. Abrace a Nath muy fuerte, me alegre demasiado cuando claramente note
sus manos en mi cintura apegándome más a él y colocando su cara entre mi cuello
para darme un beso allí.
Pasamos y allí estaban nuestros padres.
—¿Ya
no me quieres abrazar a mí?— Dijo mamá, Nathaniel fue a
abrazarlo.
Le pidió bendición y luego le dio un
fuerte apretón de manos a nuestro padre de ojos verdosos.
—Quiero
presentarles a Nadezhda— La chica nos dio un
beso en la mejilla a todos.
—Me
pueden llamar Nadya—
Pasamos a la mesa y comenzamos a cenar,
yo no me despegaba de Nath.
—Esta
buena tu comida ma´— Decía con la boca casi llena de
pasticho con berenjena, mi gemelo.
—Me
alegra que te guste, me esmere mucho haciendo esta cena ¿Ustedes eran
compañeros de clases?—
—Más
o menos, ella es nuestra prima— Nath se dirigió a mí.
—Te
me hacías familiar pero no sabía… debes ser la hija de mi primo Kirill—
Decía mi padre.
—Sí
señor—
—Bueno,
también está el hecho que… ella y yo hemos estado saliendo los últimos nueve
meses y estamos viendo que tan fuerte es nuestra relación—
Mi cuerpo estaba en caída libre, me tense
e incluso quise llorar y así mis ojos estaban aguantando.
—Está
el hecho de que salí embarazada de su Nath hace unos meses pero aborte ya que
mi matriz no es tan fuerte—
—Oh,
esto es una sorpresa. Lo más lógico es que debiste avisarnos antes Nathaniel—
Dijo el pelinegro muy preocupado y molesto.
Eso fue un baldé de agua fría.
A mis 16 años, mi gemelo y yo habíamos
tenido sexo…
Pero siempre note que a él le llamaban
mucho la atención las mujeres.
Me levante de la mesa con la cabeza gacha.
—¿Daniel,
te sientes bien?— Mi padre hizo atisbo de levantarse
pero Gabriel lo detuvo.
—Daniel—
Era mi mamá.
—¿Te
sientes bien? Quiero conocerte más a ti, porque vas a ser mi cuñado—
—Cierto…
yo soy tu cuñado— Camine rápidamente rumbo a mi cuarto
pero me detuve no muy lejos.
—¡Qué
significa esto!!! Ve a tranquilizar a tu hermano—
Dijo Angelo con rabia.
Escuche los pasos de Nath, me encontró
justo en la puerta de mi cuarto.
Me miro como si yo hubiera hecho algo
malo.
—Lárgate
con ella, es el colmo que ni siquiera la hubieses mencionando cuando nos
comunicábamos— Entre y cuando iba a cerrar, mi
hermano abrió la puerta violentamente.
—Ya
tenemos veintidós, no veo por qué tu preocupación es decir; nuestra relación no
es de formalismos ni nada parecido. Ella es un buen partido, tiene dinero y
sobre todo… no es mi hermana—
—¡Es
tu prima!!!— Grite, tome un grueso libro de color
durazno y se lo lance.
Le di en el hombro.
—¡Auch!
Es mi prima pero lejana, lo suficiente para establecer una relación tranquila—
—Lárgate,
ya basta… jamás debí de consentir tus estúpidos juegos conmigo ¡Siempre has
sido cruel conmigo!—
—Lloraste
de dolor, luego lloraste y me rogaste que te lo hiciera de nuevo, con tal yo
estuviera contigo—
—Fue
estúpido eso, fui un estúpido—
Una canción sonó, ese era mi celular. La
pantalla tenía el nombre de “Franco”.
—Alo…
¡no! es decir; está bien, pásame buscando— Sonreí y corte
la comunicación.
—¿Quién
era?—
—Franco,
te quedas conversando tus estúpidos planes de boda mientras me voy a ver una
película a su casa— Necesitaba una chaqueta para salir de
una vez a esperar a Franco.
Sentí como me empujaba a la cama muy
fuerte y cerraba la puerta sin seguro.
—Tú
no vas a ningún lado—
—¿No?
pues, mírame como me largo y no vengo en varios días—
Me apoye en mis codos y él se me monto
encima con unos ojos verdes hipnóticos.
—¿Qué
pasa si te fuerza?—
Sonreí.
—No
me forzara porque no será necesario, lo dejare hacer lo que quiera—
¡Plaff!!! Sentí un golpe en mi mejilla.
Comencé a llorar.
—Suéltame
¡Papá!—
—Cállate,
te voy a dar para que estés preparado
para Franco—
No quería, tenía miedo.
—¡No!!!
¡No quiero!—
Me golpeo de nuevo y me coloco boca abajo
muy rustico.
—¡Dios!
¡¿Qué le haces a Daniel?!— Esa voz era de Gabriel que abría
la puerta estrepitosamente.
Mi padre Angelo entro y me agarro para
dejarme en los brazos de mamá, luego golpeo a Nath.
—Esto
es ¿Sangre? ¡¿Qué pasa contigo Nathaniel?!— Mi mamá estaba
realmente asustado.
—Nathaniel
qué demonios significa todo esto, incluyendo a Nadya—
Nath miraba feroz a papá, como queriendo
matarlo.
—Simple,
poder, estabilidad y Daniel me pertenece eso es todo—
—Ya
tienes poder aquí, estas al frente de la compañía petrolera que cree—
—¡No!
no ese poder. Con Nadya tendré el poder al que renunciaste—
—Nath
¿De qué hablas, cielo? Somos una familia, podemos hablarlo con tranquilidad—
Mamá Gabriel estaba temblando.
—Antes
de irme vi viejísimas grabaciones donde el señor Angelo te golpeaba y luego te
violaba ¿Por qué sigues con él?— Nath con respiración
agitada y con sus cabellos con corte elegante preguntaba.
—D-donde…
es que pasaron muchas cosas, hijo tranquilízate por favor—
—Es
un asesino, mamá… el mato al abuelo de Nadya—
—Era
un maldito de igual, por eso lo mate por lealtad de particulares. Eso está el
pasado y no te incumbe—
—Daniel,
empaca tus cosas que nos vamos a Rusia—
—¿Cómo?
¿Para qué?— Yo estaba muy confundido.
—Porque
me perteneces—
—¡No!
Ya déjate de bromas— Le grite.
—Está
bien, fui un asesino pero jamás llegue a matar a gente inocente—
Hablo nuestro padre con esa expresión de culpa imperceptible.
—¡Lo
hizo…! Lo hizo por nosotros, ni él ni yo teníamos dinero para vernos
nuevamente, cuando mi programa de estudio culmino, tuve que venir solo, todo se
nos complicó y Angelo solo busco una solución—
—N-no
llores ma…— Nathaniel ahora bajaba la guardia al ver como
Gabriel estaba llorando muy pálido por su problema de tensión.
—Vamos,
Nathaniel— Se escuchó una voz fémina.
—Nadya,
esta noche Nath se va a quedar a dormir, ya te voy a llamar un taxi…—
Dijo el mayor rubio.
—No,
mamá ¿Nadya se puede quedar a dormir?— Le preguto mi gemelo a nuestra madre.
—Está
bien, pero solo por esta noche. Ve a mostrarle el cuarto de huéspedes—
Sonrió.
.
.
.
Esa misma noche, estaba en mi cama, viendo
como zombi el reloj de mi mesa de noche.
2:09 AM
Estaría con ella… Nath.
Me levante para tomar agua, pase por el
cuarto de mis padres y la puerta estaba abierta, era extraño. Luego baje los
escalones y allí, al cruzar, unas voces que provenían de la oficina de papá…
—Señor,
me contaron lo que hacia mi abuelo. Yo no tengo ningún rencor o algo personal
contra usted y su familia, es solo que Nath ya ha matado, ya ha cumplido varias
tareas de la asociación, fue por su propia voluntad. El regreso solo para ver
una vez más a su familia y claro, llevarse a su hermano pero ha desistido…
podrían hacerle lo peor a Daniel solo por saber que es su querido hermano menor—
Esa era Nadya…
Mi corazón latió desesperado ¿En qué
demonios se había metido Nathaniel?
Papá suspiro profusamente.
—Si
es por voluntad, yo no tengo nada más que hacer. Veo que te ha mandado como
intermediaria al no saber cómo manejar esta situación conmigo—
—¡Bu!
El gatico chismoso, vale—
Escuche en mi oreja, me asombre y sentí
sus manos en mis costillas.
—¡Shhh…!—
Cuando iba a replicar, me alejo de allí,
comenzó a subir las escaleras hasta mi habitación, cerro con seguro la puerta.
—¡Ya
bobo! ¡¿Qué significa de que has matado?!— Lo mire
dolido.
Me respondió con un beso.
—¡Ya
basta!— Me quería zafar pero no podía, y mis cabellos se
derramaban en mi rostro eso me hacía definir su aroma como a limón.
—No
hemos estado juntos desde hace dos años… y me molestaba que no quisieras tener
sexo por video chat, eso sí que me molestaba—
Bajo mis pantalones pijamas de cuadros
negros y grises para descender, yo lo veía atento… saco mi miembro un poco
dormido aun y lamio la punta.
—¡Nath!—
Lo lamio de extremo a extremo, después lo
succiono. Me tape la boca porque sentía que me iba a desmayar de tanto placer.
—Me
gusta tu esencia— Se degusto cuando deje salir mi
semilla.
Justo subió
relamiéndose para besarme, luego me volteo de cara a la pared.
Sus manos de filtraban por debajo de mi
guarda camisa amarilla y tocaba mi vientre para subir a masajear sugestivamente
mis tetillas. Mis manos se empuñaron contra la pared.
—¿Por
qué eres tan malo? ¿Por qué no te quedas y ya… ah~?—
Me estremecí al sentir su lengua en mi oreja, y luego busco mi boca para
adentrarse a gusto.
—Después
hablamos de eso…—
Comenzaba a acariciar ruda y luego
tranquilamente mis rulés. De pronto se alejó, antes diciéndome que me quedara
allí.
Voltee y vi como traía un envase de
lubricante beige de etiqueta verde limón. Se acercó y me separo las piernas…
—Ah…
Nath~— Gemí por algo frio que ungía por mi esfínter.
—Shh…
tengo muchas ganas— Justo me hacía movimientos tijeras,
era un poco doloroso.
—Con
cuidado—
Me besaba y lamia el cuello mientras
tardaba en dilatarme bien.
Comencé a sollozar.
—¿Te
duele tanto?— Sonreí ante su pregunta.
—Te
lo dije, te decía que te extrañaba— Sentí como me
acariciaba con su nariz.
—Yo
también, Dani. Siempre, todos los días—
Curvee mis labios en una risa de
felicidad, porque eso era exactamente lo que yo sentía… como gemelos teníamos
una especie de conexión fuerte.
—Ah~—
Jadee al sentí su miembros erecto en mi interior.
—Te
voy a destrozar ¡Hugh!— Comenzó con las embestidas.
Justo tomo mi extremidad tiesa entre su
mano, inició a estrujarlo y deslizarlo entre sus dedos casi pierdo el
equilibrio y caigo.
—Delicioso…—
Me estremecí ante sus dulces palabras.
—Ah,
ah, ¡Ah!— Volví a gemir doble cuando encontró ese punto de
goce.
Me embestía profundamente, al rato comenzó
con sus movimientos descoordinados y allí sentí su esencia dentro de mí y mi
esencia en su mano, la cual lamió en un buen ángulo.
.
.
.
A la mañana siguiente, abrí los ojos con
cuidado de la claridad y vi a Daniel bien vestido con camisa blanca cuello “V”
junto con su chaqueta azul a medio brazo y jeans grises oscuro.
—Dobroye utro— Escuche su “buenos
días” en ruso.
—Dobroye
utro—
Respondí con una sonrisa, sabíamos ruso porque nuestros padres siempre estaban
diciéndose algunas palabras en ruso.
—Daniel…
esto no está bien, cuando estuve en Rusia tome cartas en el asunto y busque
respuesta a la relación que llevábamos y sabes a la conclusión a la qué llegue—
Y algo ya me decía lo que él tenía que
decirme. Me senté en la cama para agarrar fuertemente la frazada entre mis
manos.
—Esta
relación no es para nada sana, a Nadya, yo amo a Nadya como mujer, en cambio yo
te amo… como hermano y siempre hemos tenido esto mágico que nos une, algo tan
fuerte que nos confundió. Quisiera tenerte conmigo pero eso sería el fin de mi
compromiso con Nadya—
No lo entendía aunque sabía exactamente su
punto. Yo solo estaba en ese etapa de negación.
—Daniel,
siempre te cele pero no como novio, sino como hermano—
—Y
por eso te vas— Lo dije alzando mi rostro full de
lágrimas.
—Lo
siento mucho—
—Y
anoche solo me usaste— Sonreí amargamente.
—Anoche
tú lo disfrutaste y yo también, te amo—
—Ok,
ok, ok… termínate de ir—
Un beso suyo en mi mejilla, me quemo.
Cerré muy fuerte los ojos.
Agarre la sabana y me la puse a la
cintura, me asome por la ventana y allí iba Nadya, era muy hermosa eso avivo mis
celos, Nath la tomo de una mano ya despidiéndose de mamá y papá…
Ese taxi se fue, él no regreso más.
Al pasar el tiempo, entendí el punto de mi
hermano gemelo. Me llene de trabajo. Llegaba cada noche a casa de mis padres
hasta que a los tres meses me fui a vivir solo. No podía soportar que mis
sueños con Nath se viniesen abajo conjunto y mis sentimiento intactos.
.
.
.
Llegue un jueves apresurado a una
cafetería nueva que habían abierto por la calle Mérida. Tenía cita con el
abogado de nuestra compañía, ya que él se encargaría de permisos y reglas.
—Disculpe
la tardanza—
Respire agitado, sabía quién era el sujeto,
porque él me había mandado en un texto que estaría vestido de traje azul
ejecutivo.
—No
te preocupes—
Un hombre de cabellos chocolates cortos y
de ojos cafés me miraba como si viese visto un payaso.
Fruncí el ceño y luego me di cuenta de mi
cabello, había hecho mucha brisa afuera, medio me acomode mi cabello y le
sonreí.
—Soy
Sergio Castillo, mucho gusto— Me tendió su mano de
manera dominante.
—Soy
Daniel Siler— Me alegro mucho su expresión de
curiosidad y hasta de encanto al escuchar mi nombre.
.
.
.
En todo el tiempo que pasábamos el abogado
y yo, tanto en el trabajo o en almuerzos casuales me fui dando una oportunidad.
Aceptando poco a poco el dolor de un amor incestuoso que desde el principio no
tenía futuro por sentimiento fuertemente confundidos...
FIN~
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